Cuando tu egoísmo no limite tu capacidad de amar.
Cuando confíes en ti mismo aunque todos duden de ti
y dejes de preocuparte por el que dirán.
Cuando sepas distinguir la sonrisa de la burla y
prefieras la eterna lucha a la falsa victoria.
Cuando actúes por convicción y no por adulación.
Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza y
rico sin perder la humildad.
Cuando sepas perdonar tan fácilmente como ahora
te disculpas.
Cuando puedas caminar junto al pobre sin olvidar que es
un hombre y junto al rico sin pensar que es un Dios.
Cuando sepas obsequiar tu silencio a quien no te pida
la palabra y tu ausencia a quien no te aprecia.
Cuando no trates de hallar la respuestas en las cosas que te rodean sino en
tu propia persona.
Autor desconocido...
Hermosa reflexión solo cuando dejemos a Dios ser Dios en nosotros realmente haremos realidad este bello poema que el Señor nos conceda su gracia para ser verdaderos triunfadores un saludo en Cristo Jesús
ResponderEliminarGracias por compartir sentires como el que hoy nos dejas.
ResponderEliminarReflexiones que valen la pena hacer.
Cariños y deseos de buena semana hacia ti.