Amar es el arte de estar con otros,
Meditar es el arte de estar contigo mismo,
Son las dos caras de la misma moneda,
Una persona que no sabe como estar consigo misma no puede relacionarse verdaderamente con otros,
Su relación será incómoda, carente de gracia, desagradable, ocasional y accidental,
En un momento dado todo va bien y al momento siguiente todo desaparece.
Siempre pasará por altibajos; no ganará profundidad.
Será muy ruidosa.
Con seguridad te dará en que ocuparte,
pero no será melodiosa ni te podrá llevar a las cumbres de la existencia o a las profundidades del ser.
Y viceversa: la persona que no es capaz de estar con otros, de relacionarse,
le será muy difícil relacionarse consigo misma, porque el arte de relacionarse es el mismo.
El hecho de relacionarte con otros o de relacionarte contigo mismo no es muy diferente;
es el mismo arte.
Estas artes se tienen que aprender en conjunto,
simultáneamente; son inseparables.
Procura estar con la gente,
no de manera inconsciente sino muy conscientemente.
Relaciónate con la gente como si estuvieras cantando una canción,
como si estuvieras tocando una flauta;
cada persona tiene que ser considerada como un instrumento musical.
Respétalos, ámalos y venéralos,
porque cada persona es una cara oculta
de lo divino.
Muy bello lo que dices Silvina, cada persona es
ResponderEliminaruna cara oculta de lo divino, desde el respeto se fragua toda relación de cualquier tipo.
Gracias por tus bellas palabras inspiradoras de paz y armonía.
Cálido abrazo.
Muy bello amiga, cariños,
ResponderEliminarLaura