No hay amor más dulce
que aquel que nada exige en retorno.
El amor más bello que espero de otros
es que estos no me juzguen y no me exijan.
Deseo que todos me acepten como soy
y me ayuden a alcanzar un bienestar actual
y una vida llena de éxito.
Entonces, puedo pensar
que lo mismo debe ser verdadero,
si consideramos lo opuesto:
el amor más bello que puedo sentir
por los demás es no juzgar y no exigir de ellos.
Es aceptarlos tal como son y ayudarlos
a alcanzar un bienestar actual
y una vida llena de éxito.
No hay amor
más valioso que este.
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