domingo, 19 de julio de 2009

Liberate...


Libérate de tus apegos...
A la pregunta:
- Maestro... ¿qué debo hacer de bueno para alcanzar a vida eterna? (Mt.19,16)
Un estudioso dio la siguiente respuesta:

Imagina que te encuentras en una sala de conciertos escuchando los compases de la más melodiosa de las músicas y que, de pronto, recuerdas que se te ha olvidado dejar cerrado tu automóvil. Comienzas a preocuparte, y ni puedes salir de la sala, ni disfrutar de la música. He ahí una perfecta imagen de la forma que tienen de vivir la vida la mayoría de los seres humanos.

Porque la vida, para quienes tienen oídos para oír, es una sinfonía; pero es rarísimo el ser humano que escucha la música . ¿Por qué? Porque la gente está demasiado ocupada en escuchar los ruidos que sus circunstancias y su “programación” han introducido en su cerebro. Por eso... y por sus apegos.

El apego es uno de los principales asesinos de la vida. Si eres capaz de ver esto claramente, sentirás el deseo de liberarte de tus apegos, y amarás únicamente a la vida y te apasionarás únicamente por ella, y te sentirás ligero de equipaje, y habrás descubierto en tu corazón, la respuesta a tu pregunta.

De “Una llamada al amor” (Anthony de Mello)

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